por Jorge Ariel Madrazo
La prensa francesa, hoy se conjura en favor de la libertad
de expresión representada en ‘Charlie-Hebdo’, se puso sin embargo en pie de
guerra en julio de 2008 tras el despido, sin apelaciones, por parte del
semanario satírico de izquierdas, de uno de sus más famosos caricaturistas, por
criticar en su columna al hijo mayor del presidente Nicolas Sarkozy, Jean, con
unas palabras que, según la publicación, pecaron de “antisemitas”.
En el artículo que provocó el despido de Siné, que así es
como firmaba sus dibujos y sus textos, ironizaba sobre la posibilidad de que
Jean Sarkozy, de 21 años de edad, se convierta al judaísmo antes de casarse con
Jessica Sebaoun, la hija del fundador de la gran cadena de tiendas de
electrodemésticos Darty, de ascendencia judía.
Nacida en los años 60 bajo el nombre de ‘Hara-Kiri’,
‘Charlie-Hebdo’ fue prohibida varias veces por sus críticas. Sobrevivió al
colapso de las ideologías gracias a su corte irreverente, mezcla de anarquismo
y extrema izquierda. En esa ocasión, la polémica dejó solo a Siné, puesto que
si en otras ocasiones había sido apoyado por sus compañeros, esta vez no se
manifestaron contra su despido. Además, las palabras del dibujante provocaron
la inmediata reacción de ciertos sectores de la opinión pública francesa, que
le acusaron de antisemitismo. Philippe Val, columnista y director editorial del
semanal, corroboró el despido de Siné y declaró que “muy pocas veces estoy de
acuerdo con las cosas que cuenta Siné, pero hay espacio para expresar opiniones
diferentes de las mías. Ese espacio, sin embargo, está limitado por una carta
que proscribe cualquier declaración racista y antisemita en el diario y Siné
transgredió ese límite”, añadió. Siné, que vio presiones políticas tras su
despido, tachó a todos sus detractores de “serviles y chupaculos”.
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